![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibGQI5NRDbTZwHZ1i_GkTzBvGV3mug0a6YzQt40Opa6QxCsGqNbqiz-l1luOyEnGBGPxVGr1NcJjQLK8NIF1jp9kBv2pp4PmF4SjLf51w9ls0kunKXu6B7CpojbNkRXieGLSnwX6caafU/s200/papa_noel_ciervo_amigo.gif)
El pueblo está como loco,
porque dentro de muy poco
va a venir papá Noel.
¡Los niños sueñan con él!
A Santa, como aguinaldo,
un juego le pide Waldo
para su videoconsola.
¡Eso es lo que más le mola!
Pero allá en su hogar helado
Santa está muy preocupado:
su reno se cayó al barro
y ahora tiene un gran catarro.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvWDBXcGG7OfI4f5A8YsxO-z9FJmB_hKDpcaxMySPLoEugn1CkPiWwsyyVVz-CcvbaUFyom1Ykias1Q2XB8ixpS2qnH_ONEL6kD7xZy5xE-2ra4CR7OxnurcYx4PGMamwuaSnQe6gatt8/s200/reno1.gif)
Y los demás -¡qué glotones!-
se hartaron de polvorones.
¡Estos renos regordetes
no podrán con los juguetes!
Después de hacer los deberes,
Simona, con sus poderes,
ve a papá Noel tan solo,
tan triste en mitad del Polo…
Se traslada en un instante,
con Waldo de acompañante
y Gustavo con sus guaus,
al iglú de Santa Klaus.
Al verlos en su salón,
Santa salta de emoción
y les dice, cejijunto:
"Voy al grano del asunto".
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKHjr2dHh783x09rVxPUiMpIOV6SW3Jrfskdk6AUQat09nm9PTj5N1muKhs1Lv-7iTE13x3NiGsZb1gQRkKTP_v4OC8tQK9uTuuA8QohMQSq-QeyBV8e-2QBxCimsFNfhG3gsuGIAnJQY/s200/papanoel1.gif)
"Tengo a los seis renos malos.
No podré llevar regalos
el día de Navidad.
¡Menuda contrariedad!"
Piensa, idea y reflexiona
mientras pasea, Simona,
adelante y hacia atrás.
"¡Yo lo arreglo en un pispás!"
Se tira de las orejas,
baja y levanta las cejas,
saca la lengua y después
cuenta en voz alta hasta tres.
Y aparecen, de repente,
los Reyes Magos de Oriente
-Melchor, Gaspar, Baltasar-
desde un lejano lugar.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXmtAw-NOc2oe55MYOSuTy-M-_4aSw0kuVPNvLisoPAaizhTcUasOpo8T4BXREz3I_5klAgQ5JAfEHhBkBWnJs2yJnATQcAf7M1vSdg_6NLpy_Mwp1uHQKeiLAU3D5VQVfnoSF1g-6IUw/s200/Reyes.gif)
¡Qué de abrazos! ¡Qué apretones!
¡Cuántos besos y achuchones!
Melchor parece radiante,
Baltasar pierde el turbante…
Y Gaspar le dice a Santa:
"Ayudarte nos encanta.
Nuestros tres camellos, creo,
podrán tirar del trineo".
Y con esta solución,
cumple Santa su misión
y no deja, ¡qué trajín!,
sin regalo un calcetín.
Simona, Waldo y Gustavo,
moviendo feliz el rabo,
vuelven a casa al momento
y aquí se acaba este cuento.
.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghRhEv049clEhF5GYxxu2il7KUUoT_Zj25JuM0qv852aF11PPmcsGqPYF5_D7JlJcy-MZ0BXtUum9wqx73BNk7v18iUqIPp2zFjJ99eLhypepsBJ2XC8cMY5LT9vI5sld0zvIKWTkOdT0/s200/tres1.gif)
( Carmen Gil )
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario